Ven a mi, vestida de luna. Ven pálida y desnuda. Ven a llenar mis sombras y mis mil noches oscuras.
Ven como vaso de agua pura. Ven caminando tranquila. Blanca de leche dormida y con los pechos en punta.
Ven a mi, regando estrellas, luceros de piel húmeda. Ven a sembrar tus besos en surcos de tierra madura.
Ven a mi con tus aromas, de mar de cielo y de fruta. Para que se todo inunde de tu presencia absoluta.