jvnavarro

DE LO QUE SE HABLA

Ya los tiempos avanzan

entre despistes

que no ayudan en nada

a componer

una canción

de alabanza

al ser humano

privado de la libertad

que emana

del ser ya convertido

en parte de una trama.

 

Atentos a lo que pasa

se revisan las cárceles,

se echa carnaza,

se comprueba que a la hora exacta

un timbre sonará,

ya se alzan

quienes son considerados

parte de otra humanidad

aquella que siempre todo lo paga.

 

De todas las cárceles

las peores son las localizadas

en la propia alma,

ya la fugacidad de sentimientos

campando a sus anchas

por los planos de las ciudades

con sus guetos y barriadas

de pobres asociados

a tipos de vida

por otros y para ellos diseñadas.

 

Los barrotes fuertes,

los camastros con mantas,

las luces marcan

sombras que se extienden

y que de cerca pasan.

 

Todo ya en marcha

la situación está preparada,

se pondrán caimanes

por si alguien escapa.

 

Allí en las cárceles

se ven los ojos saltones

que salen

del fondo del agua,

de unas charcas

con sus bestias

de colas largas,

esperando que sus dientes,

en forma de correas dentadas,

trituren la  comida barata

que se les lanza.