Pyck05

SALÍA EL SOL...

Salía el sol
con fuerza, en la mañana,
del nuevo día.

Se estremecían
los rayos, temblorosos,
por el rocío.

Y es que, la noche,
sus besos, silenciosos
nos regaló.

Tú te dormiste,
seguías, aún durmiendo,
ajena a todo.

Quizás volabas
por campos infinitos
de una campiña.

O navegabas
por mares tenebrosos
buscando sueños.

¡Cuánta inocencia
había tras tus párpados
y en tus pupilas!

El sol seguía
su ronda acostumbrada
y te llamaba.

Él, con sus rayos,
abría tu ventana
para mirarte.

Y con ternura,
un rayo te mandaba
hasta tu cara.

Era un fiel verso
diciéndote que \"arriba,
que ya es la hora\".

Y despertabas,
amando, en el silencio,
a quien tú sabes.

Rafael Sánchez Ortega ©
27/06/25