el brujo de letziaga

Limosna.

Se abrasa mi poesía en su blancura,
en su inocencia lujosa,
mientras que por sus ojos habla el alba
en las losas de mi plaza...

Alguien es atraído por su fina llama,
por su boca mensajera,
es un corazón de gorrión que se calienta
con cada verso cenicienta...

Seguidamente, de un aire a otro vuela,
más todo pasa tan deprisa,
que con pujanza va derramando su ternura
a cada ser y cada cosa...

No me dejes, gorrión, en la añoranza,
deshaz la despedida
porque el amor más mínimo me falta,
dame sin más esa limosna...