Hay algo entre nosotros.
Un hilo invisible que se tensa y se afloja,
según los días,
según las miradas que esquivamos.
No lo nombramos, no lo hablamos,
pero ahí está…
En los silencios que se alargan,
en las veces que coincidimos sin querer,
y en los momentos que fingimos no vernos,
aunque el corazón grita lo contrario.
Nos buscamos (sin buscar)
Nos evitamos (sin querer)
Como si el destino jugara con nosotros,
dejándonos al borde de un abismo
que no sabemos si saltar.
Tu mirada me encuentra
justo cuando ya iba a rendirme.
Mi presencia se vuelve eco en tus gestos.
Y aún así, seguimos danzando
en este espacio incierto,
donde el amor no se dice,
pero se siente.
Donde tal vez,
amar en silencio
es la forma más ruidosa
que hemos encontrado
para no perdernos.