A veces lo siento,
otras lo escucho.
Estoy ahí,
rodeada de burbujas
en medio de un océano negro,
cayendo a lo más profundo.
Me siento sola,
pero hay paz.
Quiero salir,
pero también quiero llegar al final.
Me atrapa.
Me resguarda.
Me da calma…
y me asusta.
Estoy ahí,
y no sé si quiero salir.