Marvin Ramirez

Viviendo En Paz

Han pasado tantos años desde la última vez que nuestros caminos se cruzaron, parece casi una vida entera. Tantas cosas han cambiado en mi existencia, que a veces me cuesta reconocer a la persona que fui. Ahora vivo una vida tranquila, alejada del bullicio y las prisas que antes me dominaban.

 

He aprendido a vivir en silencio, a apreciar la calma que solo la ausencia de ruido puede ofrecer. La paz que ahora gozo es inmensa, un regalo que valoro cada día. Es en este sosiego donde he descubierto nuevas pasiones, como mi amor por la cocina. Te confieso que me encanta experimentar con sabores y aromas, y a menudo, mientras preparo mis platos, la música clásica se escucha suavemente de fondo, creando una atmósfera de serenidad.

 

Mis mañanas comienzan temprano. Disfruto de una taza de café humeante antes de que el primer canto de un ave rompa el silencio del amanecer. Es un momento sagrado para mí, de introspección y gratitud.

 

Con el paso del tiempo, mi cabellera se ha llenado de canas, cada una contando una historia, un recuerdo, una lección aprendida. Por las tardes, la lectura se ha convertido en mi compañera fiel. Me gusta sentarme cómodamente y perderme entre las páginas de un buen libro, explorando mundos y conocimientos.

 

Hay tanto que me gustaría compartir contigo, tantas vivencias, tantas reflexiones. Pudiera pasar días enteros escuchando tu voz, rememorando anécdotas, poniéndonos al día sobre todo lo que nos ha sucedido. Pero la dura realidad me golpea: tú ya no estás. Y aunque la nostalgia me embargue, la paz que he encontrado me permite honrar tu recuerdo y vivir plenamente el presente.