Carolina Ugas Pazos

AQUIESCENCIA

No puedes negarme más

ni invisibilizarme,

tampoco me maltratarás

con tu odio destructivo

y tus sesos vacíos.

 

No me moverán

tus perversas intenciones.

No podrás dañarme,

no podrás tocarme,

no podrás armarte contra mí

ni contra los míos.

 

Todo lo que amo es mío

y no me lo quitarás.

 

Soy como el mural de Taniperla,

me destruyen en cualquier sitio

y aparezco sobre un muro

de alguna esquina en otra parte.

 

OLLIN

22/02/2014