No puedes negarme más
ni invisibilizarme,
tampoco me maltratarás
con tu odio destructivo
y tus sesos vacíos.
No me moverán
tus perversas intenciones.
No podrás dañarme,
no podrás tocarme,
no podrás armarte contra mí
ni contra los míos.
Todo lo que amo es mío
y no me lo quitarás.
Soy como el mural de Taniperla,
me destruyen en cualquier sitio
y aparezco sobre un muro
de alguna esquina en otra parte.
OLLIN
22/02/2014