Las mayorías
De –nuestras- acciones
Tienen por “eje” al futuro
Pero hay ¡una! -en especial-
Que deja de lado ese aspecto
Del tiempo o temporalidad
E –incluso- el presente
Apenas “presencia”
-Desapercibida-
Se trata del “abrazo”
Donde -no hay- ayer
Ni –tampoco- mañana
Solo es ¡ese momento!
De las fugacidades
Y los instantes
Que -no se- repiten
Sin recuerdos y sin semilla
Porque el abrazo
Subsuma como ¡nadie!
E incluso más allá
De quienes se abrazan
El “dar” y el “darse”, eso
Que solo el abrazo
-Hace- posible.