Carlos Eduardo

Mujeres

 

Daría mi vida por una, por todas,

las amo,

es inevitable,

las necesito,

más que el aire,

¿será su dulzura,

el que ellas mismas no se entiendan,

su belleza, su voz suave, cristalina,

sus maneras, su risa loca, …?

 

No lo sé,

podría prescindir de todos los hombres,

y de ninguna de ellas,

donde sea las encuentre 

su atracción fatal

me consume,

siento su perfume a distancia,

las sueño,

no hay animal más hermoso,

cada una alegra mi existencia,

todas distintas,

preciosas,

las quiero a finish.

 

Hay en mi una incompletitud,

una mitad vacía,

un desierto de arena y polvo,

una debilidad suprema,

vulnerable a su delicada presencia,

hierro para mi espíritu,

causa y razón.