Llegas y te vas, mes de junio,
con tus días que parecen un sueño,
deslizando el sol por el horizonte,
marcas en mi vida un paso importante.
El calendario sigue su danza,
un año más, en esta balanza,
de alegrías y penas, de risas y llanto,
cada página que pasa es un nuevo encanto.
Pero al pasar, dejas marcando tu sombra,
y con dulzura, la tristeza asombra,
pues en tu abrazo de cálida brisa,
siento el declive, esa sutil avisa.
Los años se escapan, como arena fina,
en la hora del reloj que nunca se inclina,
la juventud se va, como un río lejano,
y en su corriente, me llevas de tu mano.
Los recuerdos flotan, como hojas al viento,
de amores vividos, de sueños que siento,
junio, tú eres un espejo encantado,
reflejo del tiempo, del amor abnegado.
Así llegas y te vas, cada año un suspiro,
en el lienzo de vida, un maravilloso giro,
aunque sea efímero tu paso ligero,
siempre en mi memoria, serás un lucero.
Tu paso en mi vida es el declive de mi existencia,
Marcas en mi vida un año menos de mi presencia.
Junio, querido, en tu luz de apoco me despido,
sabiendo que, en mis versos, siempre has vivido.