Se va tu voz, mi musa, en sombras callada, mi pluma sangra donde el amor se quebró.
Cada verso un lamento, una herida alada, sin ti, mi mundo es un eco que murió.
Se cierran las páginas, el blog se apaga, donde nacieron 47 almas en dolor. Tu risa era mi luz, mi eterna fragua, ahora solo queda un adiós sin color.
No escribiré más, mi corazón se rinde, la tinta se seca, el silencio me abraza.
Adiós a los versos que en ti se funde, mi musa se fue, y con ella mi raza.