Franjablanca

Orografía del relieve

La suerte nos guiñó un ojo,

ganarte ya no es pecado,

la salsa en la que te mojo

me sabe a dulce y salado.

La góndola de tu pubis

me cambia al azar el rumbo

y navego, como Anubis,

en tu piélago profundo.

Al sueño sin matasellos

de mis noches en la lona

aún le quedó resuello,

a pesar de estar en coma.

No se dará por vencido,

no cejará en el intento;

quizás estaba dormido...

cerciórate de que muerto.

 

Me enamoró tu actitud,

tus miradas de soslayo,

tus juegos a cara o cruz

y otras cosas que me callo;

tu garboso caminar,

tus bisbiseos al oído,

tu risa de par en par,

tus deseos prohibidos.

Me encadené a tu cintura,

tus celos, tus fantasías,

a tus dosis de locura,

tu boca, tu orografía,

tu relieve...geometrías.

 

Seré Aladino y tu alfombra,

la aurora de tus mañanas,

la silueta de tu sombra,

la ficha con la que ganas.

Escalaré a tu atalaya,

veré el mundo desde afuera

y, para que no te vayas,

seré el suelo de tu acera.

Serás cada dia mi invento,

pondré a tu pies las estrellas,

serás musa de mi cuento...

(esperemos la querella) 😉