Llevo la edad en mi pelo plateado –
llevo el color de mi abuela en el corazón
Plata y añil era su cabello Posaba el sol a veces su reflejo Su rostro frágil enmarcado por su pelo
Suave y enérgica
Azul y plata es su recuerdo
olía a las galletas de nata de María
Era María una luna llena, callaba su dolor entre pucheros Dos mujeres unidas por la misma ausencia.
Lo supe un verano casual en una siesta
El futuro comprende y compensa el pasado.
Pluma al viento son nuestros anhelos
María, murió lejos de casa: María!
Tu historia se tornó mia María Añoro tus galletas de nata Hechas para otros niños que no eran tuyos
María que a veces llora y se marcha a la cocina
¡¡María. María!!