En un universo regido por lo grotesco,
en donde prevalecen las formas…
afloran los enredados…
y se imponen las normas.
En un mundo complicado de apuros,
que transita a cuestas con sus conflictos,
que asigna a cada quien su labor,
como si estuviera ya marcado,
obligándonos a cumplir lo establecido.
En este espacio de tiempo determinado…
que cuenta con un inicio explicito,
y un incierto final…que muchos dan como supuesto.
En este devenir de circunstancias…
¿Qué hemos de hacer los que vivimos de sueños?
¿Quién podría descifrar el delirio?
¿A dónde vamos a parar los románticos?
De la necesidad de expresar las emociones…
aparecen los poetas,
emerge la poesía…cargada de nostalgia,
con su evidente melancolía…
que a pesar de provocar tristeza…
no llega al extremo de la angustia.
Una necesidad imperiosa…
abrumante…
exagerada…
incontenible rebosa,
muchas veces oculta en el silencio…
calla sus mejores muestras…
y se guarda solo para los escogidos…
para los selectos,
aquellos que valoran desde lo sublime a lo excelso.
¿Quién sino un poeta podrá apreciar un verso?,
o una frase…concebida desde el sentimiento.
“Las perlas no se hicieron para los cerdos”,
definitivamente…explícito y directo.
La decadencia se revela…
de manera burda y denigrante,
no hace falta exponerla…
porque ella misma se encarga
de declararse repugnante.
Un poema para poetas.