Se esconde cuando te mira,
te mira, cuando ella sale;
si sale, mucho se estira,
se asusta que la señalen.
Y luego se va y respira
en medio de pastizales,
en ella no encuentras ira
tampoco esperes que te hable.
De nuevo ahora pregunto
a quien me lee insistente:
¿De qué tratará el asunto?
Responda lo que usted piense
que luego, también adjunto,
aquello que usted acierte.