Inmarcesible es la flor
princesa de mi jardín,
yo no he visto entre un sinfín
mujer con tanto esplendor.
Cadenciosas, tus caderas
me muestran al caminar
que se puede enamorar
garbeando en las aceras.
Con su cuerpo escultural
y su mirada lasciva
a quien mira, lo cautiva
con su actitud sensual.
Ella te roba miradas,
arrancándote sonrisas,
son a veces tan concisas
que parecen impostadas.
La más bella de las rosas
no llega a tener su encanto,
pues puede gustarte tanto
que al mirarla te sonrojas.
Classman