\"...y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.\"
(Benedetti)
UNA DAMA EN LA ESCALERA
Lacera su alma serena
la promesa del devenir
mientras su ángel custodio
canta a su oído una nana
y declama sobre pasiones
que se tornan madrugada.
Una dama en la escalera
espera su ascenso a cielo
mientras el peso de sus desvelos
se envuelve en besos de adormidera.
Y amanece en su cuento de hadas
la princesita hechizada
con sus ojitos vidriosos
y su fecundo vientre en barbecho
deseoso de fértiles composiciones.
Dispuesto, vengan dragones,
demonios, ogros o brujos,
su legendario caballero
presto, a grupa de alado corcel,
a enfrentar viejas batallas
contra los fieros molinos.
Camina tras su camino.
La sensualidad de sus andares
oscilando cual luz de faro
en la retina de la concupiscencia
guiando al aventurero errante
a salvo hasta un seguro puerto.
Corre tras sus carreras
veloz como alado amante
con la flama de un suspiro
brotando de un pecho baldío
el enamorado sin causa.
Sueña a diablos y poetas
sueños de hogares y hogueras
sube peldaño a peldaño
camino de un cielo sin dioses
sin nubes
y sin estrellas.