Ni sé como esto empezar...
Sin fondo es el cobertizo,
desata el fresco mediar,
del destino de un mestizo.
Razones cojas me ofrece
para quedarme a la mira
del inquisidor que crece
con ballenas y mentiras.
Un poco hubieras querido...
A este serafín descalzo
que en naufragios fue vendido...
Quizá no estaria molido
ni leproso en vano ensalzo
ante un témpano soalzo...
Cáncer jovial me trajiste,
a mis venas que se crispan
en agruras de mal chiste
y desidia en sucio pan.
¡Que sazón diste al mohíno!
Que ahogó traumas en sal,
y juraba en desatino...
Que eras... prístina real...
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