Mustia, vuelca el vómito
Se ha inclinado, la noche la ha tornado
Es gris su rostro
Es nulo el espejo
Ella sigue maldiciendo su reflejo
La luna se eclipsa
En sus ojos revueltos
Con los párpados muertos
Los dedos se adueñan del techo de su anhelo
¡Ha tragado tanto!
¡Que pecado está pagando!
El ocaso se ha marchitado
Duerme con el sol entre sus dientes
El baño esta resplandeciente
Hay un acuerdo tácito
Entre su condena y la muerte