Querida muerte,
llegas de manera inesperada a nuestras vidas,
nadie te cobija, nadie te comprende.
Despojas de un amor preciado,
a aquellos que culminan su etapa terrenal.
Pretensiosa e impertinente,
te atreves a romper granizos en corazones,
sin armaduras de cristal.
Sepultas el corazón de todo aquel,
que vive la desdicha de conocerte.
A pesar de tu mala fama,
no te guardo rencor.
Haz transformado mi alma,
en granos de arena eternos,
un dolor tan grande que no tiene fin.
Pero hay algo que tú no sabes,
ellos me esperarán en el paraíso,
y volveremos a abrazarnos otra vez.
Autora: Wummie