ANTES
Antes que el canto del mar profundo
emerja triste en las cuencas del alba
y viaje con la montura de la brisa
sobre las dunas que esconden la planicie.
Antes que el hombre juntara gotas en los surcos
que hacen crecer el vientre donde yace celosa
la memoria y sus balcones del devenir incierto.
Antes que ese roble al costado del camino
espere paciente tu llegada, otra sangre latió
solitaria y muda, anhelante y soberbia
y se vistió de anhelo abriendo sus manos al cielo.
Carlos Brid