Nalia

Lluvia

Cae la lluvia suave,  

como un susurro en la tarde,  

besando la tierra sedienta,  

despertando su verde alarde.

 

Cada gota es un canto,  

un eco de sueños perdidos,  

bailando sobre los techos,  

en ritmos suaves y queridos.

 

Las calles se visten de brillo,  

reflejos de un cielo gris,  

y el aire se llena de vida,  

en un abrazo sutil y feliz.

 

Los árboles se mecen,  

sus hojas danzan al compás,  

mientras el mundo se detiene,  

en la calma que trae el paz.

 

Oh lluvia, dulce compañera,  

traes consuelo y renovación,  

con cada lágrima que cae,  

renace la esperanza en el corazón.