Deivid Villarreal

ODA AL HOSPITALARIO

Yo nunca acepto visitas, 
pero te abro la puerta. 
Míralo todo, toca lo que quieras. 
Siéntete libre de ordenar; 
en mi vida no hay mucho. 

Soy como una casita sin gracia, 
como un pequeño refugio. 
Necesito decoración, 
que el sol entre por mi ventana. 

Yo nunca acepto visitas, 
pero te dejo entrar. 
Quédate. 
Habítame.