ante esta insoportable levedad de mi ser
yo me confieso, humano
débil antes las carnes de una hermosa mujer
indefenso ante su ojos negros
trémulo ante sus caderas redondas y firmes
zurumbato ante sus montañas, que
amenazan romper los botones del escote
a la espera de ver explotar su volcán, al sur
que se dibuja en la geografía de su entrepierna
¡¡¡¡¡Por Dios, no puedo contenerme ante tanta belleza¡¡¡
me exacerbo, y mi espada crece y crece
mi hombría llama como un semental a la pelea
nunca mis ojos vieron una expresión tan bella
como sacado de un campo de champiñones
se ve el hongo, creciendo a cada momento
mientras tú, ries y tomas mi mano
¡¡¡ mendiga levedad, o...... diria... liviandad?
esta maldita Levedad, que me arrastar en sus pasiones perversas
que me mueve todo el esqueleto
me comprime todos los musculos del cuerpo
y me pierdo en tu ombligo, nido de mis emociones
y me estaciono ahí, para sentir tu piel
y besar tu vientre, hasta que el cuerpo aguante.
la noche... la noche?
apenas empieza.