La Tierra (ecológico)
No grita cuando el árbol cae rendido
ni llora si el río muere en la sequía.
Aguanta bajo el peso, día a día
del hombre que la habita, y la ha vencido.
No cobra aún por cada campo herido
ni por el aire enfermo de ironía.
La herimos con orgullo y cobardía
y aún da su fruto… calla su rugido.
Pero un temblor responde a cada herida.
El agua no volverá con la amenaza.
Y el fuego no perdona ni razona.
No es venganza: es el ciclo, es la medida.
El diablo que sembramos en nuestra casa
será el que se coseche en nuestra zona!
Historia (filosófico/político)
La escriben sin temblor, sin redención
con tinta de victoria y media sangre.
Recortan los martirios con un ángel
que ignora la verdad de la prisión.
Olvidan al vencido en su versión
y al héroe lo rodean como enjambre.
Nos dan fechas, discursos, pero el hambre
persiste entre las ruinas del patrón.
El diablo no destruye: reorganiza.
Con himnos, con estatuas, con mentiras
que ocultan al culpable entre razones.
Y el pueblo que no lee, lo eterniza
y el niño que lo aprende, lo respira
como verdad sembrada en sus lecciones.
Cosechamos lo que sembramos. Un llamado a leer, y a tener cuidado de lo que se planta en las mentes de los niños.
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