Yo quería que
hiciéramos un trato:
Quererte a mi manera
y también en silencio.
Que no me pidas decirte
que te amo.
Que lo intuyas y lo dejes fluir
como las olas.
Que no preguntes en qué pienso,
mientras miro el mar
por la ventana.
Un trato así, sencillo...
que no duela.
L.G.