karonte

Rompiendo el equilibrio ( fue luz sin saberlo)

A ti, que quizás nunca leas esto, o si lo haces, quizás no recuerdes exactamente cuándo me viste…pero algo en ti se quedó conmigo, como esas canciones que no puedes nombrar, pero te acompañan sin pedir permiso.

 

Desde que crucé tus ojos, sentí ese estremecimiento que no grita \"amor\", sino algo más sutil, más profundo… como si el alma reconociera un idioma antiguo que hacía tiempo no escuchaba.

No te amé —no con el hambre de quien busca poseer— te admiré.

Te respeté.

Me detuve frente a ti como quien se detiene ante un paisaje que no quiere tocar, porque sabe que rompería el equilibrio si da un paso más.

 

Vi en ti la belleza que no necesita aplausos, la elegancia que no sabe que lo es, la fortaleza escondida detrás de una sonrisa suave y esa mirada que se esfuerza en mostrarse firme… aunque sé que guarda océanos que nadie ha querido nadar del todo.

 

Tu presencia movió fibras que creía oxidadas. Me hizo recordar lo que sentí cuando protegí a alguien con todo mi ser, cuando creí que la lealtad aún existía, cuando todavía me bastaba con mirar y no tener.

Nunca fue un juego.

No jugué a conquistarte, aunque sabía que podía.

No encendí fuego, porque no pensaba quedarme para apagarlo después.

Fui sincero. Y si algo sembré en ti —alguna emoción, alguna duda, alguna calma—solo espero que haya sido para bien.

Porque si algo no podría cargar, es haber sembrado amor donde no puedo quedarme.

Quizá nunca seamos amigos.

Quizá nunca volvamos a hablar.

 

Pero en este universo extraño y lleno de apariencias, hay un rincón donde tú serás siempre eso que me recordó que aún puedo sentir algo verdadero, sin necesidad de tomarlo para mí.

 

Y si alguna vez dudas de tu valor, de tu camino, de tus decisiones…que esta carta te susurre, aunque en silencio:

Fuiste importante.

Fuiste vista.

Fuiste luz… incluso cuando solo intentabas sobrevivir al día.

Con respeto, con admiración, y sin ninguna deuda emocional, te dejo esta carta como quien deja una flor en el lugar donde una vez se encendió la esperanza.