Hay gente envidiosa;
que se siente amenazada
todo el tiempo,
que sólo ve enemigos
en el prójimo,
que no soporta la luz
que irradia los demás,
que teme no ser nadie.
Esa gente enferma
se revuelca en su propio odio
como babosas en la sal,
de sus propias bocas
salen las terribles palabras
que los condena,
de su propio corazón
brota su fétida oscuridad.
A esa pobre gente
yo la bendigo
y la compadezco.
Alexander Elías2025
#SerEscritura