Poema de consuelo en el camino
No tengas miedo si el día oscurece,
si el viento murmura lo incierto en tu andar;
Dios va contigo, en silencio te envuelve,
en cada jornada te vuelve a alumbrar.
No temas la duda, ni el paso inseguro,
pues Él se hace abrigo en medio del frío,
se sienta contigo al borde del mundo
y en tu esperanza levanta su nido.
Está en la voz del que siembra justicia,
en manos sencillas que saben cuidar,
en ojos que miran con luz compartida,
y en sueños que nunca dejan de esperar.
Él no te deja, aunque el tiempo se nuble,
aunque el camino parezca pesar;
cada aliento, cada pensamiento,
es una promesa de paz sin final.
Así, sin temor, camina tranquilo,
sabiendo que hay luz detrás del dolor;
que cada paso que das con sentido
es tierra sagrada, cuidada por Dios.