Carlos Eduardo

Yo te iba a decir

 

Cuanto te quería;

 

pero tu,

la muy bribona,

me dijiste que no era yo el elegido;

 

me diste el primer beso,

me dijiste el primer te quiero,

y muchas cosas más,

anticipándote,

y yo bobo de mí,

sorprendido;

 

ahora,

pasados los años,

hice bien en no aceptarte volver,

corría peligro,

tus impulsos me superaban,

yo era o soy muy cándido,

porque pienso decir o hacer algo,

y otro lo está expresando

o ejecutando,

llego placé;

 

aunque nunca quise ganar,

no lo consideraba importante;

 

sin embargo,

es extraño que en lo cotidiano,

otro me adelante,

pues se supone

que se es único,

tal vez,

no sea así.