Hay un momento en la vejez adulta,en la vejez temprana
Donde todo queda desolado,donde ya no queda nada.
Donde las arrugas pasan a ser ríos de historia,
Donde las lágrimas son recuerdos que la tristeza conmemora.
Donde los ojos ,cansados y caídos, son un atardecer en el desierto,
Y las palabras pasan a ser voces sin mérito.
El pelo marchito y grisáceo es un río de ceniza,
Con el que el viento juega y ríe como una rosa sin espinas.
La mente ya no vive en el futuro,vive en el ayer;
Las risas ahora son aire vacío,sin sentido, un anhelo del renacer.