SIEMPRE
Una palabra mágica; un sortilegio,
una ofrenda a cualquier dios o hasta a un demonio.
Salir de este oscuro amnios donde me asfixio
y disolverme en el aire que tú respiras.
De qué valen mis ojos; de qué mis manos.
Para qué quiero palabras que no te nombran.
El tiempo pasa despacio y aún queda tanto
vacío en el que flotar hasta la ansiada hora.
Cierro las ventanas, corro las cortinas,
apago las luces, me embuto en el silencio.
Desmonto las mesas, despido a las musas,
desoigo a las masas, deshago los sueños:
destierro las ganas de alcanzar el cielo.
Vuelve cuando quieras libre
sin anunciarte
sin cita previa
vuelve si me necesitas
sin más excusa
sin un permiso
vuelve comoquiera libre
como te fuiste
como te siento
y si es que ya nunca vuelves
fue suficiente
lo que me diste.