PAC0

Bruja de barro

tú, que yaces en la bruma,

no eres luz ni sombra, sino el umbral;

desnuda de tiempo, piel de espuma,

inerte entre el pulso del bien y el mal.

 

No vienes del oro ni del espino,

ni del canto fácil, ni del clamor;

mas del polvo hondo, verbo divino,

mordidas de fuego , noche sin flor.

 

Tus ojos no me miran: me desdibujan.

Tu voz es soga, vértigo, cruz.

Tus manos a dioses se asemejan

cuando deshojan pétalos de luz.

 

No eres del mundo: lo antecediste,

mujer del barro, madre del fin;

por cada beso que me embestiste

se quebró un astro, calló una estatua .

 

Te vi en la grieta donde no hay cielo,

donde los cuervos imploran sol;

y fue tu risa ceniza en vuelo,

y fue tu pecho fue el fuego que me dio calor.