Viví subiendo las cuestas
con calles muy anegadas
con limos y encrucijadas
que nunca voy a olvidar.
Crucé también muchos valles
con tantas, tantas espinas
que punzan cuando caminas
por una meta alcanzar.
Hay cosas que no se olvidan,
hay otras que no recuerdo
y sin embargo no pierdo
de vista nunca el ayer.
Y tengo clara mi historia
el alma adentro la siente
por ella, vivo el presente,
pues mucho me hizo crecer.
Yo vengo de donde asusta
la cruel y dura pobreza
que ataca con su fiereza
y obstruye tu porvenir.
Y ahora muy claro digo:
«cuando el paso se sofoca
toda la vida te toca
vivir, sufrir e insistir...»
Mas nunca yo me detuve
por más que hubiera tormentas
con lluvias tan virolentas
causando mucho dolor.
La vida labró un camino,
las huellas no se han borrado
y sigo aquí enamorado
de la vida y del amor.
Los años hoy han pasado
y veo en la vida el fruto
que alegre ahora disfruto
sin jactancia ni glamour.
Y el pasado nunca olvido
porque sé de dónde vengo
y lo poco que yo tengo,
no lo tengo por albur.