Tú me vienes con el alba,
con toda la belleza que existe en la primavera,
más el aire se me aroma,
con tu presencia plena de paz y de confianza...
Mi corazón quisiera,
que desde la melodiosa cúpula florecida,
por Ti..., mi vida sea amada,
Virgen María, que llena eres de gracia...
Es con tu mirada pura,
Virgen Santa de la policroma vidriera,
de Artziniega, en la Encina,
mi cálido sentir de la luz de tu compañía...
Siendo mi perpetua guardiana,
y debido a mi devoción te escribo esta plegaria,
para que tú me salves, María,
de los espíritus malignos que vagan por la vida...