Mi travieso gran cariño
recorres mi pensamiento
acariciando emociones,
vas y vienes como un niño
que despoja del aliento.
Sonríes!, mi alma aletea
prisionera de tu encanto
bañada con ilusiones
vuela encendida cuál tea
de dulce amor sacrosanto.
Arrebatas mi sentir
y haces verbena en mi piel
con liras y diapasones
al deseo haces venir
entre piélagos de miel.