A.V

ALMAS QUE SE BUSCAN.

Te extraño como el cielo añora sus estrellas, mi alma gemela, mi luz, mi eternidad.

Somos dos mitades que el cosmos prometió, pero el destino, traidor nos arrancó la unidad.

Anoche te soñé, tan real, tan perfecta, tus labios un poema que no quiero olvidar. Acaricié tu rostro, suave como la luna y en nuestro primer beso, el mundo dejó de girar.

Tu aliento, dulce brisa, se grabó en mi pecho, tu olor, un susurro que aún puedo alcanzar. Tu abrazo, tan cálido, tan lleno de promesas fue el hogar que mi alma siempre quiso habitar.

Ese sueño fue tan vivo, tan cruelmente cierto, que desperté temblando con tu sabor en mí. Aún siento tus manos, tu piel, tu mirada y lloro porque todo se desvanece al abrir.

¿Por qué la vida juega, nos cruza y nos hiere? Si tú eres el amor que mi alma reconoció. Te quiero a mi lado, mi todo, mi siempre mi refugio eterno donde el miedo se apagó.

Te busco en cada sombra, en cada latido en el eco del sueño que me hizo renacer. Si el universo sabe que juntas debemos estar, ¿por qué nos condena a este amargo padecer?.

Mi amor, mi anhelo, mi herida que no cierra, te extraño hasta el borde de perder la razón, quiero tus días, tus risas, tus mañanas, y que nuestro amor viva más allá del sol.

Te juro encontrarte, romper esta distancia porque este amor inmenso no se puede apagar.

Eres mi para siempre, mi sueño más sagrado y sin ti, mi alma solo sabe extrañar.