De uno en uno fui transitado mis miedos,
a ratos de noche,
por momentos con lluvia,
algunos álgidos desprecios…
nos tomábamos de la mano.
Mi corazón late lejano,
a veces por los silencios,
en la realidad turbia,
nos encontramos los dos,
en el idilio de nuestro derroche.
Ahora disfrutamos de la nada…
mutismo…
nunca nada es lo mismo…
mirada de gato negro…