DONDE RENACE LA LUZ
En la noche en que el alma se esconde,
cuando el amor ya no responde,
no llores más por quien se fue
sin ver la luz que hay en tu piel.
En el eco de un adiós silente,
nace en ti algo diferente;
cada herida es voz, no condena,
es el inicio, no la pena.
Mira al cielo, sin pedir permiso,
hay más verdad que en aquel juicio.
Y en tu respiro, aunque dolido,
vive un amor no destruido.
No te detengas por lo que faltó,
ni por quien nunca te entendió.
En tu latido, fiel y valiente,
hay una historia que va de frente.
En cada día que vuelve a nacer,
se esconde el arte de renacer.
Y sin rencor, sin mirar atrás,
te encontrarás en tu propia paz.
© Corazón Bardo