jvnavarro

ENTRE SANTOS Y CUMPLEAÑOS

 San Juan en esta su pasada
noche
embruja a las gentes.
He visto pasar
 a cabras montesas
y linces, 
a gatos que maúllan,
a víboras que se arrastran,
a todo tipo de aves rapaces,
a banderas que se agitan al aire,
a ladrones que confiesan que no se reconocen,
a feministas de poco porte,
a hambrientos y sedientos personajes
que llevan su rencor hasta allí donde
se abre un abismo que todo lo puede.
He visto a políticos que engañan,
a gobiernos que no gobiernan en lo que se sabe,
he visto el Guernica de Picasso
y he llegado hasta las morgues
donde se recomponen cuerpos destrozados,
por allí sobre una pierna,
falta un ojo,
¡que desastres\"
 con hilo de plata
se fijan las quijadas y con algodones 
se llenan los los vacíos de la carne, 
para que todo parezca más posible
antes de que comience el siguiente ataque.
Haber nacido para ver esto es mucho,
me gustaría haber sido 
un risco de montaña,
una nube,
un alud de nieve,
un agujero negro,
una espiral de luces,
un poco menos sensible
para no padecer de tormentos que duelen.
De los peores castigos,
el de Tántalo, de Sísifo o de Zeus
son pocos
para quienes despiertan el hambre
de que comamos entre pilas de cadáveres
y de que bebamos sangre
para cuando abrimos la prensa y vemos
un mundo en guerra y sin reglas,
al igual que hace cuarenta y cinco mil años,
cuando éramos más que siempre,
casi bípedos, pero cierto que primates.