LA ESPERA.
Heme aquí al borde de mi cama,
esperando impaciente tu llegada,
heme aquí a la orilla de mi ansia,
viviéndote y deseándote en la nada.
Heme aquí al borde del desvelo
y el insomnio, fijo en mi sueño,
viendo como trasnocha el cielo,
al compás de las horas sin dueño.
Heme al borde de oscuro abismo,
que presagia otra noche de espera,
abrazado a un sepulcral espejismo,
cernido entre esperanza y quimera.
Más mi alma perdura vehemente,
negando a claudicar en tu espera,
porque amar, indefectiblemente…
No es creer:
Que el ave que voló.
… Ya no volviera.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Junio 24 del 2025.