Black Lyon

(Leer solo en caso de que hayas hecho un pacto con un demonio y quieras liberarte).

Job 1:11 | San Lucas 22:31-32 


Hermano mío:

No sé cuánto tiempo llevas sufriendo las vejaciones demoníacas; las pesadillas, manifestaciones y obsesiones a causa del pacto que firmaste o sellaste con sangre. Puede ser que sientas que no tienes remedio y que las fuerzas del Infierno te harán sufrir eternamente, pero déjame decirte algo que, gracias al poder de Nuestro Dios, podrá liberarte al instante: 

Dios nos ha dado la Libertad para hacer uso de nuestra voluntad, Él bien sabe que ese regalo implica que podamos caer en el pecado, pero incluso así, no nos quita la libertad. Si Dios mismo no quita la libertad siendo todo un Dios, pues es un regalo directo de Él,  ¿por qué crees que un demonio puede hacerlo o poseerte? El Demonio te hará creer que ya no tienes salvación, que todo esfuerzo que hagas es en vano; pero recuerda que es mentiroso y que no puede hacer nada que Dios no le permita. Así obrare cosas preternaturales, \'nunca de los nuncas\' será una obra sobrenatural, pues solo Dios actúa de manera sobrenatural. Si tú llegaste a hacer un pacto con un demonio y te arrepientes, basta con el hecho de arrepentirte para que ese pacto sea nulo -incluso si ese pacto incluye la cláusula de \'no arrepentimiento\' o la muerte instantánea tanto tuya como la de un familiar-. Nada ocurre sin la autorización de Dios. Entonces, hermano mío, arrepiéntete de ese pacto de corazón, pide perdón y busca a Dios; pero búscalo con todas tus fuerzas y pide que te mande las gracias suficientes para tu conversión. Si llegas a escuchar voces queriendo confundirte, ponte a orar a Dios, haz obras de caridad y se indulgente en tu trabajo: todo esto aborrece el Demonio; si él insiste, tú resiste; si él persevera mucho; ora con más fuerza. Porque gran prueba te ha puesto Nuestro Señor para acercarte a Él. 

Dios te bendiga, hermano.