Leoness

Su alma, rota

Su alma rota, vacilaba

Entre triste asedio de la tarde

Y la penumbra de su hogar,

Entre dudas y vacilaciones,

Recostada sobre el dintel

De la entreabierta puerta.

Escuchaba los lamentos

De aquellos espíritus,

Que la atormentaban,

Que la herían en lo

más íntimo de su ser.

Su existencia, apenas merecía

Una sola lágrima de pasión.

Sus amores, antes interesados,

Ahora, la ignoraban

Como persona y como objeto.

Ahora su decisión, no tenia

Vuelta atrás: se iría caminando.

Caminaría hasta agotar sus fuerzas

 

Pasaba las noches en vela; ¡las estrellas, parecían ir desapareciendo!