Luciana Trejo

Adoración silenciosa

Quería besarte las lágrimas.  
Lamerte las grietas del corazón y construir pirámides que se conviertan en templos de adoración. Su adoración.  
Me arranqué las uñas para construir un puente de piedra por el que pudieras bailar en noches de luna llena, agitando tu melena cual racimos de higos en primavera.  
Te ofrecí la carne de mis labios, así podrías alimentarte de ellos y consumir el resto de mi cuerpo; no existiría honra más grande que ser parte de tu ser.  
Y como acto de absoluta devoción, arranqué los ojos para que miraras al mundo con ojos de amor.  
De alguien que te amó.