Mi senda se anula al verte tan sola, presa de ti
en esta hora, hija del viento guardián de locuras
que azota, simple y compleja, única en todo,
dueña del mundo aunque estés rota y lo llores
siempre a tu modo, falta de amor que sirviente te tuvo.
Nuevos matices me riegan el iris mientras todavía respire,
sombra feliz de poder redimirse hoy aquí, nunca tan fácil
alcanzar simpatía con mi misma nariz en este día febril
del que simplemente me iría si fuera posible la fuga,
nube en que suba cada vez que me irriten
muchas vacunas cuando para mí sólo hay una
que detenga la vida en su bucle por presunto ya inútil,
búsqueda absurda en que se codicia y se sufre
cualquier mínimo cambio que te sitúe fuera de un salto
tanto más alto de lo que abarca el deseo entre extraños
cuyo juego es tu hogar, el de atrás secundario,
otro al que vas después de borracho volcar
escuchando consejos de algún hábil demonio.
Ayúdame a sentirme parte importante de tu inmenso sueño,
hoja que cae flotando en delirio... Destino es el último
yo al que aquí aspiro, lejos del sitio al que terco me apuro
a falta de alguno mejor que este oscuro y cansino.
El reloj pensativo me dejó casi inválido, expuesto
ahora al daño, ridículo el ímpetu que quisiera ocultarlo
dentro de un cráneo calculando el impacto fatal
que presume tan próximo cuando avanzo al andar.
Tal desamparo me desarma ante el caos
y no soy más que uno u otro entre todos los que están
esperando a que se haga de verdad el fuego indómito
y pasemos ya de etapa. El control del que se escapa
sólo entonces queda atrás enterrado y sin ritual.
Persigo mi idilio; el mundo tan sólido lo hace allá nimio,
mínimo episodio en la memoria de un niño
que lo ha vivido ya todo y por eso está sucio,
mismo camino antiguo que en mi interior recompongo
descubriendo cual signo maligno en las noches me ronda.
Me siento vacío, imperfecto y sin gloria,
hundido entre el ruido, rendido al derribo, la ruina
y el óxido; rumbo torcido a sufrir yo lo máximo
por orden de arriba se me priva el descanso
a un paso tan sólo de perderme hoy en ello.