bonifacio

Nuestros días en la tina

Cuando llegué al gobierno

No había nada

La oficina de mi marido era un peladero hediondo

Sin muebles y ni siquiera

Una buena silla de mandar.

 

Por favor créanme

Soy humilde ..pero siempre tuve donde dormir

O si no pregúntenle a todos mis vecinos

En especial a uno rico

Que vivía

A una cuadra de mí casa.

 

Tuve que hacer algunos cambios

Mandé a mi marido a comprar

Algo sencillo acorde a mi natural forma de ser

Y arreglé la única ventana

Para que entrara un poco sol

Y cuando entro además dinero

Le puse baldosas

Al baño que siempre era un solo barrial

Aunque el siempre estaba bastante presentable del todo

Para tan hermosa 

Y digna nación.

 

Yo le compré una tina

Antes el

Se bañaba poco y a chorritos

De vez en cuando

Y ya estaba fuchi

Y menos mal

No tengo olfato.

 

Era nuestra única fortuna

Y nos bañábamos todos las noches

Para disfrutar lo que más se pudiera esa hora

Porque el resto del tiempo lo dedicábamos

Los dos

A trabajar.


Para tener algún día

Una ducha moderna

Y no estar siempre allí

En la tina que ya estaba

Un poco rota

Y algo angosta especialmente para mi.

 

Y allí vendimos la tina.

 

Nunca olvido esa tina

La recuerdo

Como los mejores momentos

De mi mandato

Con mi marido

Los dos solitos

Y piluchitos.

 

Más de una vez tuvimos

Que hacer más de una pirueta

Para estar los dos bien juntitos

Y para jabonarnos bien

Que en ese tiempo había que estar

Bien perfumadito

En todo momento de verdad.