El Silencio vino a mi y me hablo de tu inmensa
creatividad: Arquitecto del Universo, incapaz de comprenderte
te sujetamos a nombre, libros, rezos, símbolos e historias.
Como comprender que vives en el silencio y en la explosión de una nova
en la muerte que transforma, en la vida que duele, en el alma que se disuelve en TI.
En sus leves palabras El Silencio me mostró que Tú, Arquitecto del Universo
eres todos los universos y las cuerdas que los sostienes.
El volcán que destruye y al mismo momento construye.
Que soy yo, un leve eco en tan inmenso universo.
Una lejanía ante tanta presencia Tuya.
Una lejanía en busca de eternidad que no alcanzara.
Una gota de agua que quiere ser océano.
Una perdiz perdida en tus inmensas manos
que te sostienen y sostiene el universo.
La insignificancia hecha carne.