FRANCISCO CARRILLO

MORAN.

Moran almas consumidas

entre la escarcha y el frío,

entre silencio y ruido

pasan las noches, los días

buscando la melodía

de este mundo, sin sentido.

 

Moran dulces corazones

por la rabia, maldecidos

engañándose en latidos

que los matan y los rompen,

y siguen estando vivos

con el mal, que los corroe.

 

Moran frases y palabras

encarceladas en libros,

y envejecen en los siglos

y terminan, olvidadas

entre olvidados escritos,

sepultadas tras las tapas.

 

Mora el pecado y el vicio

entre verdades sin fuerza,

y se pudren y envenenan

cumpliendo así, su destino

y pecado y vicio suenan

a verdades, verdaderas.

 

Mora el mal, y sus cadenas

se deshacen en trocitos,

pero atan al bendito

en la prisión mas severa,

y entre susurros y gritos

el bien.. se desespera.

 

Mora en el mundo la pena

y roba lo conseguido,

diciendo que ha prescrito

la razón, a quien se alegra

de escapar a su miseria

o que feliz, se ha creído.

 

Moran las trampas, las tretas

para aquel, que juega limpio

y aún sabiéndolo perdiera,

porque fue desde el principio

el culpable de tenerlas,

o de esconderse a su signo.

 

Moran versos y poemas

carentes de melodía

condenados sin sentido,

pero moran con su vicio

destacando en la poesía

y moran, día tras día

cual corazón sin latido.