Ella no sabe si se conoce, si en realidad existe, tal vez todo sea un espejismo, una ilusión, una mujer que finge, o eso pretende para no caer en la locura, para no encontrarse consigo misma y descubrir el alma atormentada que habita dentro de ella, que quiere salir y causar estragos como una tormenta, que quiere ver el mundo con otros ojos, sentir la naturaleza y hacer cualquier cosa con tal de evitar su mente, sus recuerdos, sus pensamientos pero lo más importante sus sentimientos, eso es lo que más le atormenta sentir demasiado o no sentir absolutamente nada, entregarlo todo y que el resultado siempre sea el mismo; el reflejo de una mujer con ojos vidriosos, un nudo en la garganta y un sonrojo en las mejillas que no es causado por un halago al contrario es la refracción de la crueldad de las palabras, de las acciones, pero lo que más la atormenta y le espanta es la llegada de la noche, cuando se encuentra completamente sola y tiene que enfrentarse a un ruido ensordecedor, ella prefiere el ruido de la ciudad, de los transeúntes, del tráfico, de los pájaros, ella elegiría mil veces encontrarse en un entorno caótico y violento que silencioso y pacifico, odia quedarse consigo misma, odia cuestionarse su existencia, odia no poder olvidar, odia recordar tan bien los rostros, odia ser tan buena, ella puede odiar mil cosas pero el reflejo en el espejo siempre será el mismo por más que trate de cambiarlo aún peor por más que trate de cambiar a las personas, siempre se reflejara la mujer pálida, con mirada cansada y profunda,confundida,despeinada,con sangre en los labios por las constantes mordidas, siempre será la misma mujer o eso le hacen creer.